Muchas compañías son algo conservadoras, manteniendo una planificación no acorde al boom actual. Los mercados, al igual que las tendencias, cambian constantemente. El deber de una empresa es adaptarse a dichos cambios. Cuando se mantiene una estrategia afín a un viejo modelo, los avances de la empresa no serán para nada notorios.
Prácticamente, la compañía permanecerá estancada aun cuando le esté yendo bien. No sólo se trata de mejorar la producción, sino de reformar el itinerario y la planificación inicial según las fluctuaciones del mercado, pues lo más importante se aprecia en dicho ámbito. Toda empresa ser rige por un mercado en particular, así que lo más viable es mantener un itinerario afín a dicho mercado.