Tener unos ahorros parados en el banco equivale básicamente a perder dinero. Por eso suele ser recomendable invertir nuestro dinero en algún producto financiero que nos dé beneficios económicos. Los más interesantes suelen ser los productos de ahorro a largo plazo, puesto que generan interés compuesto. ¿Pero qué es el interés compuesto?
Interés compuesto
Interés compuesto: Qué es y para qué sirve
En economía, el interés de un capital es la cantidad que genera una inversión o depósito. Pues bien, el interés compuesto es el beneficio acumulado que se suma a la masa principal para generar a su vez intereses.
Por lo tanto, el interés compuesto es una cantidad que se consigue cuando los intereses devengados de los productos de ahorro e inversión generan a su vez nuevos intereses. Mientras que el interés simple se calcula sobre el depósito original, el interés compuesto se añade a la cantidad principal para generar una rentabilidad más alta.
De esta forma, si nuestra inversión se beneficia del interés compuesto, las ganancias se multiplican exponencialmente. Pero solo en el supuesto de que el producto financiero que hemos escogido produzca intereses.
Por supuesto, al margen de las ganancias acumuladas, también podemos conseguir más beneficios si realizamos nuevas aportaciones. Si queremos invertir y nuestro presupuesto es ajustado, NEXU nos ofrece préstamos rápidos online de hasta 300 euros en menos de 15 minutos. De esta forma, podremos empezar a generar rendimientos de inmediato.
Cómo funciona
Las ganancias obtenidas a través del interés compuesto pasan a formar parte de la suma principal, aunque es necesario que el banco ingrese los beneficios en periodos cortos que no sean superiores a un año. A continuación, la entidad bancaria tiene que volver a calcular los intereses que le corresponden al inversor en virtud de la nueva cantidad principal.
La gran ventaja del interés compuesto es que no es necesario que el titular del producto financiero realice más aportaciones para obtener mayores beneficios. No obstante, el interés compuesto también se aplica a los préstamos y créditos, por lo que la capitalización en esos casos puede perjudicar al solicitante.