Todos tus dispositivos conectados a la red, ya sea tu móvil, televisión, Tablet o PC, utilizan un router o un módem, con el que te conectas a tu proveedor de Internet, da lo mismo que sea mediante wifi o cable.
En el caso del smartphone la conexión además incluye el paso por antenas de telefonía, pero el proceso básicamente es el mismo.
Cada dispositivo conectado a tu router, tiene su propia dirección IP local, de modo que pueden compartir el router y también archivos u otros dispositivos, como una impresora. Esta dirección de cada dispositivo, no es visible desde la red.
Una conexión VPN permite crear una red local a través de Internet, sin que ningún dispositivo esté conectado entre sí. Esta es una de las ventajas que ofrecen las conexiones VPN.
Pero, lo más importante es que, todo tu tráfico una vez que sale de tu proveedor de Internet se dirige al servidor VPN y la conexión queda cifrada, de modo que tu proveedor no sabe a que estás accediendo. Tu dirección IP ha quedado oculta y a todos los efectos es la del VPN.